martes, 19 de junio de 2012

¿Esta Renato?

Renato llego al colegio muy tarde, y el auxiliar no lo dejo entrar. Tenía miedo de volver a casa y que su madre lo castigue. Ella lo enviaba al colegio, temprano, ya en un par de horas se iba a trabajar. Le dejaba la comida preparada. Vivían solos en uno de los tantos callejones que habían en el barrio. Ya lo conocía, pero nunca había hablado con él. Es menor que yo. Tiene 11 años, y yo voy a cumplir 14. Le pedí un poco rogándole al auxiliar que nos dejase entrar, pero no quiso. Ya nos habían advertido, que si llegamos tarde, no nos dejarían entrar. Entonces le dije a Renato, que no este triste, que era la primera vez.
-Vamos ya, no nos dejan entrar.
-No, no mi mamá se va a molestar conmigo -dijo preocupado Renato.
-¿Y por qué te demoraste?
-Me puse a ver la tele del restaurante que esta a la vuelta.
-¿Y qué veías?
-Estaba viendo "combate" y me distraje del tiempo y tú ¿por qué llegaste tarde?
-Yo no quería entrar.
-¿De verdad?
-Si, además tenía un trabajo en laboral, que debía de entregar y no lo he hecho.

Nos fuimos a su casa, tenía miedo. Me hablaba de su madre, de su trabajo. Su padre, nunca ha vivido con ellos, por que nunca apareció desde que él nació. Me sorprendía que me contase todo aquello, sabiendo que era la primera vez, que hablábamos. Me contó que muchas veces me había visto, en el recreo, y por las calles del barrio. Cada vez más cerca, me decía que era mejor que su mamá se vaya a trabajar, y entrar luego. Ojala y no lo vean las vecinas. Sabiendo de la fama que tenían de chismosas. Así fue que esperamos un rato muy cerca. Seguimos conversando. Pasado un rato, entramos a su casa. Todas las casas se parecen, son tan antiguas. Ya estaba la comida hecha, para que cuando él llegase y se sirviera. Abrió la olla, y trato de invitarme, En principio me negué, pero insistió.
-Mi mamá hace un montón, come un poco.
Así que comimos. Eran la diez, y me fui de su casa. Nos vemos mañana en el cole. Chau amigo.

No fui a casa, me fui a la casa de mi tío que esta muy cerca. Pero llegando, veo como traían a mi tío borracho. Siempre se emborrachaba. Era costumbre verlo así. Mi tía siempre renegaba. Él se ganaba la vida trabajando como albañil, pero en su juventud, trabajo en un fabrica tabacalera, pero lo echaron de ahí por que ya empezaba a tomar, y llegaba un poco bebido. Me quede ahí hasta la hora de comer, y me iba a casa.

Al día siguiente en clase, me encontré con Renato otra vez, en la formación, no saludamos. Le pregunte que si le contó a su madre lo de ayer. Me dijo que no, por qué se moría de miedo, y que hoy se iba a poner al día de lo ayer. Entramos a clases, y quedamos para vernos en el recreo. Le conté que mi vieja si se entero, algunos compañeros míos, también son mis vecinos, y le contaron que falte. Renato siempre me habla de su mamá, de lo buena que es. Trabaja en una fábrica. Pero no le gusta hablar de la pareja de su madre, ya que para él es muy sinvergüenza. A veces llega, esta con ella un rato, en el cuarto y se va. Creo que ella sufre, aunque no me dice, cuenta un poco desalentado Renato. Me junto con mis compañeros y con nosotros Renato conversa mil cosas. Al acabar el recreo, me dice:
-Daniel ¿te gusta "combate"? (aquella serie de tv)
-Si la veo, pero a veces me aburre.
-A mi me gusta, siempre lo veo, así sea repetido, aunque a mi mamá no le guste.
-¿Y por qué no le gusta que lo veas?
-Por la pistolas, y eso.

ANDREA

El sábado quede en ir a  ver a Renato, para llevarlo a jugar con mis amigos y compañeros del colegio. Mientras iba en camino, pensé tal vez, que su mamá no quiera ya que era mayor que él. Pero Renato, decía siempre que era muy buena. Espero que lo deje ir. Toque la puerta, y salió una señorita muy hermosa. Quede sorprendido al ver mujer tan bonita. Era un poco alta, y tenía unos ojos muy expresivos. Creí que me había equivocado al tocar la puerta. Mientras veía la calle, y comprobaba si era esa la casa..
-¡Hola! ¿se encuentra su hermano? ¿Se encuentra Renato?
Ella se ruborizo, y esbozo una sonrisa.
-Renato es mi hijo, dime para que lo buscas.
-Ah, perdón, es que quede con él para ir a jugar fulbito.
-Pasa, pasa que esta viendo tele, pasa ¿cómo te llamas?
-Daniel.
-Pasa Daniel, yo me llamo Andrea.

Ya no sabía que decirle a  Renato, quede enamorado de su madre, solo al verla. Mi corazón latía fuertemente. Él no me dijo nunca la edad de su madre, y menos aún como era.
-¡Hola! amigo- me saludo él.
- Hola, vamos a jugar.
-Espera que termine "combate" y vamos.
Es ahí que su madre, participo de la conversación, y dijo que primero terminara las tareas.
-Después mamá, después de jugar, los hago.
-No, ya sabes que si te dejo ver tele, tienes que hacerlas.
Renato me miraba, y su madre se dirigió a mi.
-Verdad, Daniel, que tu ya hiciste las tareas.
-Bueno, si, pero deje unas cuantas.
-Pero Renato, ya sabe, sino no sale.

Me quede con él, un par de horas, haciendo y ayudandole en las tareas. Ya me había olvidado de los compañeros y el fulbito. Llego la hora de comer, y su madre nos pidió un rato, para poder almorzar. Quise irme, pero ella me insistió en que me quedase. Estaba tan nervioso, a su lado. Era la primera vez que me pasaba esto. Estábamos en la mesa, comiendo, y yo a veces mientras ella, ni Renato, no se daban cuenta, la miraba. No podía dejar de mirarla. Entonces, sin que me percatara, algo en mi soltó, sin querer una pregunta  tan estúpida. Le pregunte que edad tenía, mientras ellos, me miraron sorprendidos. Ya no supe tirarme para atrás.
-Tengo 25, Daniel, 25.
-¿Y su esposo esta trabajando?
-Si, llega más tarde - Y así acabamos con ese pequeño cuestionario. Seguimos almorzando.
Me quede en su casa hasta la tarde, y la pareja de Andrea no llego. Me despedí de ellos. Nos vemos el lunes en el cole.

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Cuando llego lunes, todavía no me había sacado de la cabeza el rostro de Andrea. Tuvo a Renato, cuando apenas tenía 14 años, casi mi edad. No me lo dijeron, pero se deducía. He pensado en ir siempre a casa de Renato, ya somos amigos. No le he contado esto que me paso a nadie. Seguro me vacilarían mis compañeros. A veces sentía un poco de tristeza por él, ya que estaba solo en casa esperando a su madre que llegue de trabajar. Pero siempre andaba optimista, a pesar que no quería para nada a la pareja de su madre.

Toque la puerta de su casa, eran las seis de la tarde, llegue con unos libros, que no me servían. Abrió ella..
-¿Esta Renato? - por lo nervioso que estaba no salude, solo pregunte por él rápido.
-Hola Daniel.
-Hola Andrea, perdón, hola señora Andrea.
Ella sonrió y me dijo 
-No te preocupes, ademas me haces sentir más joven.
-Si, es usted tan joven y tan bonita.
-Pasa, que llamo a Renato.
Al entrar en el salón de su casa, estaba él, su novio, su pareja o lo que fuera. Tenían la misma edad. No lo salude, sentí un poco de vergüenza. Y ella se fue a su lado, a sentarse. Cuando Renato salió, me invito a pasar al pequeño comedor. Hablamos un poco, se sentía muy incomodo con la presencia de la pareja de su madre. Me agradeció por los libros. Me fui de ahí, pensando más aún en su mamá. Los días han pasado, y me hecho más amigo de Renato, y los compañeros, le dicen Danielito, por que lo llaman también mi hermanito. Las veces que voy a su casa, siempre pregunto si ¿esta Renato? sabiendo que esta, ya que con 11 años, no le dejaban salir. Como y hasta ceno muchas veces en su casa.

A veces sueño que ya soy adulto, y que Andrea es mi novia y la beso eternamente. Amo a Andrea.

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Hoy no ha venido a clases Renato, y me preocupa, por que es muy responsable. Al acabar las clases, quise decirle a mis compañeros, si me acompañaban a su casa, a verlo. Algunos aceptaron. Pero en el camino, iba pensando, si esta Andrea, si alguno de ellos, se enamora de ella, así como yo lo estoy. Estaba muy confundido, iba arrepintiéndome de haberlos llevado. Llegamos a su casa, y tocamos la puerta. Y salió Renato..
-Oye ¿por qué no has ido al cole?
-Hola chicos, gracias por venir, no he ido, por que mi mamá esta enferma, por eso me quede.
-Esta mal.
-Ya no, se esta recuperando.
Me quería quedar, tal vez Renato, quería que nos quedasemos, pero me despedí de él, y mis compañeros también. Pero pasaron unas horas y volví a casa de Renato, toque y no abrían, la puerta. Al ver una vecina mi insistencia, le pregunte por ellos.
-Ellos se han ido en un taxi, creo que al hospital.
No pregunte más y me fui, un poco asustado.

Al día siguiente, encontré a Renato en clases, y estaba un poco triste, quede con él para charlar en el recreo.

Me moría de ganas de volver a Andrea, le iba a pedir, que me dejase ir a su casa, para verla. Cuando llego Renato, nos sentamos a charlar. Me contó que su madre llego del trabajo con un fuerte dolor de estomago, por eso se quedo y no fue a trabajar, pero luego tuvieron que llevarla al hospital, por que se puso peor. 
-¿Pero esta bien? -le pregunte preocupado.
-Si, pero mamá dice que solo fue un pequeño golpe, pero yo se que él la golpeo (refiriéndose a su pareja)
-¿Y por qué dices eso?
-Él le pega a veces, es muy celoso y posesivo, a veces quiero tirarle algo por la cabeza, pero mi mamá se da cuenta, y ella me riñe, que soy muy niño, y que no entiendo.
-Ellos son mayores, saben sus cosas..
Entonces, ahí Renato me mira y me pregunta un poco serio:
-Oye Dani ¿a ti te gusta mi mamá, verdad?
-¡No! ¿por qué dices eso?
-Es que él le dijo a mi mamá, ese chibolo de mierda que viene, esta templado de ti, déjalo nomas que le voy a dar su escarmiento, cree que no me he dado cuenta, y mi mamá le dice que esta loco, y discuten ahí.

No supe que decir, en ese momento. Estoy enamorado de Andrea, pero a pesar de ser mayor que yo, es la madre de mi gran amigo.
-No le hagas caso, tu mamá es tan buena, que yo la quiero como mi mamá-. le dije un poco asustado.
-De verdad, Daniel, mi mamá dice que tu eres bueno, y te defiende de ese idiota.
-A la salida vamos a tu casa, para saludar a tu mamá.

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Cuando llegamos a su casa, estaban sus abuelos, quienes fueron a ver su mamá. Él se alegro mucho en verlos, los salude y pase a ver a Andrea.
-Hola señora ¿como esta?
-Hola Dani ¿Y por qué me dices señora ahora? - dijo sonriente, y a la vez, pedía que nos sirvan de comer a mi y a Renato. 

Me senté a su lado, y empecé a contarles muchas cosas del colegio, y de lo bueno que era su hijo. Algo en mi recorría como si la sangre se me paralizara. Sentía miedo, de mis sentimientos. Le brillaban los ojos, no por su belleza, sino por el dolor y el llanto. Entonces, esa paz se calmo, cuando llego él, su pareja. Ella no quería verlo, pero igual paso. Antes que entrase me pare y me puse a un costado. Esto sorprendió a Andrea. Nos saludo, y me pidió que los dejase solo. Me fui de ahí.  Tenía miedo, no por mi, sino por lo que él le pueda hacer. Me despedí de ellos. Ya mañana nos vemos en el cole.
-Chau Renato, me despides de tu mamá.
-Chau Daniel.

Al día siguiente en el colegio esperaba ver a Renato, pero no había ido. Al salir de ahí, decidí en no ir a verlo. Tal vez, estaba ahí la pareja de Andrea, y se moleste. Mejor espero mañana. Pero Renato no volvió a asistir. En clases estaba muy desconcentrado, al acabar las clases cogí mis cosas y me fui a verlo. Al llegar a su casa, toque la puerta. Varías veces, y nada. Entonces, la vecina del al lado, salió y me pregunto:
-¿Tu eres Daniel, verdad?
-Si señora, sabe si ¿esta Renato?
-El se ha ido al norte con su mamá y su abuelos hoy por la mañana, y me dejo esta carta, sabía que ibas a venir. Me insistió, él va a venir, él va a venir, y ha sido cierto.
No quise preguntarle, por que se fueron, pero la vecina, me contó todo.

Los padres de Andrea, habían animado a irse a vivir con ellos, cansados de tanto abuso a causa de su pareja.  Renato ahí también tendría un buen colegio. El día que estuve ahí, tuvieron una fuerte discusión. Él era muy celoso, pero ella es una chica tranquila, y buena. Así que cogieron sus cosas y se fueron. No creo que él sepa que se han ido, por que todo fue por la mañana. Termino por contarme todo aquello, la señora.

Me fui de ahí muy entristecido. Tenía la carta que me dejo Renato. En ella me agradecía todo lo bueno que era con él, y todo lo malo que fue esa persona. Que no tuvo otra opción, ya que era lo mejor para su mamá, el alejarse de ese hombre. Esperaba no volver a verlo.

-Mamá dice que eres muy bueno, que te quiere como un hijo más, para mi eres como un hermano. A ella, le agrada siempre que vienes, y hacemos las tareas, a pesar de no ser las mismas. Un día me dijo; Cuando Dani, me pregunta ¿Esta Renato? sonríe bastante, y me parece muy gracioso y lindo a la vez. Sabes es la primera vez que me puse celoso, de verdad, pero se que eres mi  hermano, y quieres también a mamá. Espero que leas pronto esto. Te prometo volver a escribir, te mandare mi  dirección, para que tu también me escribas, y me cuentes todo. Gracias por todo.. Mamá te deja un beso.

Quiero estar cerca a ellos, ir a verlos. Jugar con Renato, y hacer juntos las tareas. Tocar su puerta, y preguntarle: ¿Esta Andrea? Dile que la amo.